Con hambre no se puede pensar

Por segunda vez en este último mes, un estudiante del Normal N°8 de la Ciudad de Buenos Aires se quedó sin comer porque las viandas que manda el Estado llegan en condiciones insalubres. El primer aviso de este problema se dió al vicedirector del turno tarde, un mes atrás, que evidentemente no hizo nada por resolverlo, ya que el pasado Viernes las viandas volvieron a llegar podridas.

Los pibes y pibas del centro de estudiantes hablaron con la vicedirectora del turno mañana, quien dijo no poder hacer nada hasta después de las vacaciones de invierno. Entendiendo que no se pueden esperar soluciones de las autoridades, ya que no hacen más que patear el problema, los pibes iniciaron una campaña de difusión por las redes sociales.

Gabriela, estudiante del colegio, nos cuenta que alumnos/as y docentes están muy enojados con la situación. Asegura que en cuanto comiencen nuevamente las clases se reunirán los y las estudiantes y decidirán qué medidas tomar para continuar exigiendo una respuesta de los responsables.

Las viandas en mal estado, que ponen en riesgo la salud del alumnado, son parte de las medidas del ajuste presupuestario, que hacen a la desidia de todo el sector público. No podemos dejar de entender esto como una prueba más de que para los empresarios que nos gobiernan, la salud y la educación solo son un gasto más.

Hace años que los y las estudiantes secundarios se organizan en contra de la política privatista del macrismo en la Ciudad. Ante las sucesivas negativas del gobierno, las medidas de lucha se fueron radicalizando progresivamente. Recordemos el estudiantazo del año 2012, donde se mantuvieron más de sesenta colegios tomados por aproximadamente un mes, buscando ponerle freno a una reforma educativa que dejaba como resultado cierres de cursos y docentes sin trabajo. Años posteriores continuaron con marchas, cortes de calle, tomas a los colegios y al Ministerio de Educación, exigiendo reformas edilicias y participación en las decisiones curriculares.

Después del recorte de salarios y el aumento de desocupación en el país durante los últimos meses, los y las estudiantes centraron su lucha en exigir boleto educativo gratuito y viandas en condiciones dignas, reclamos que hoy se replican en escuelas de todo el país. Así, el año comenzó con un masivo corte bajo la lluvia en las calles Acoyte y Rivadavia, le siguieron cortes simultáneos, banderazos, tomas de colegios y marchas en coordinación con docentes y universitarios, que se sumaron a las medidas de luchas impulsadas desde otros sectores, sindicatos y gremios.

Aún así las autoridades y el gobierno hacen la vista gorda a los reclamos. Como respuesta, los y las estudiantes secundarios nos muestran una vez más que ante el avance de la derecha en el país, lo fundamental es organizarse desde cada espacio: En los trabajos, las escuelas y los barrios, donde se sufren las consecuencias del ajuste cada vez más…la única salida es unirnos todos y todas a defender nuestros derechos en las calles.

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