A media mañana, comenzaron a juntarse en la puerta del Ministerio de Salud de la Nación cientos de trabajadores y trabajadoras de ese ministerio, de otros organismos del Estado y militantes de organizaciones populares, para participar del acto en rechazo a los 113 despidos que quieren implementar las nuevas autoridades macristas.
En el marco de más de veinticuatro mil despidos de trabajadores estatales, Héctor Carrica, secretario general de la junta interna de delegados de dicho ministerio, con micrófono en mano denunció al gobierno de Macri: «El agravio que han instalado en los medios hegemónicos de que los trabajadores y las trabajadoras somos ñoquis, pues la respuesta es que estos programas son de gente que ha cumplido con el compromiso de garantizar la salud popular con salarios de mierda, con salarios bajos, pero que tienen el altísimo compromiso de estar garantizando la salud popular en los barrios más castigados en el medio de una gravísima emergencia sanitaria y epidemiológica que la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud han decretado». A la vez, advirtió que los trabajadores van a dar pelea: «Como puede ser posible que en vez de garantizar los puesto de trabajo y que los trabajadores trabajen con la dignidad que se merecen, estén amenazados en listas de despidos. Le decimos a las autoridades que la salud no se negocia, que la salud se defiende.»
En las escalinatas del ministerio, los trabajadores con pancartas en alto denunciaban el vaciamiento de los distintos programas de salud. El turno de hablar fue de una trabajadora del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable donde fueron despedidos una decena de trabajadores peligrando la continuidad del mismo: «El programa tiene llegada a todo el país, se está poniendo en riesgo la política de salud sexual, los derechos sexuales y reproductivos que son derechos humanos. Con el desmantelamiento del programa que está en proceso, están poniendo en riesgo la distribución de métodos anticonceptivos gratuitos en todo el país, la capacitación de los equipos de salud, porque los insumos, los DIU, las pastillas, las inyecciones, sin equipo de salud capacitado no sirven para nada, se ponen viejos en los depósitos. Se está poniendo en riego, también, la formación de promotores de salud, la multiplicación de las actividades en territorio de educación para la salud, la posibilidad de acceso a hormonas a personas trans para los tratamiento de modificación corporal y el acceso a los tratamientos de fertilidad». Para cerrar, dio claridad a la oscura pretensión macrista de quitar los derechos conquistados: «Están atacando un montón de derechos que fueron conseguidos por la organizaciones de mujeres, por las organizaciones de la diversidad y estamos acá sabiendo como trabajadores que estamos defendiendo nuestros puestos de trabajo, por nosotros, por nuestras familias, pero sobre todo por las personas que tienen derecho a acceder los métodos, la formación, la información, por eso estamos en la lucha».
Al finalizar el acto, los trabajadores se encolumnaron para marchar al Ministerio de Modernización y continuar el camino de la lucha que tendrá su pico el 24 de febrero cuando la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realice un paro nacional para pedir por el fin de los despidos, la apertura de las paritarias y denunciar la situación de precarización laboral que vienen arrastrando desde hace años los trabajadores/as del Estado.
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